La lentitud con la que caen los copos de nieve hace, que fijada la vista en uno, podamos seguirlo por unos segundos, observar su forma, densidad, tamaño, y dirección y pasar tranquilamente al siguiente. TAn tranquilamente como despacio se posan en la barandilla de la ventana. Me quedo en blanco, entregada a la sensación de ver caer.
jueves, 15 de enero de 2009
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